Signos y síntomas 

Los síntomas asociados al síndrome de Down son muchos; en la actualidad hay más de 50 que se hayan estudiado, sin embargo es poco frecuente que aparezcan todos. Los más habituales son:
  • Ojos alargados.
  • Hiperflexibilidad en miembros y extremidades.
  • Poco tono muscular.
  • Manos pequeñas y anchas.
  • Pies anchos con dedos cortos.
  • Orejas pequeñas.
  • Puente de la nariz aplanado.
  • Cuello corto.
  • Cabeza pequeña.
  • Coeficiente intelectual bajo.
  • Gran afectividad.

Tratamiento 

El tratamiento para las enfermedades asociadas al síndrome de Down ha mejorado en gran medida las expectativas de vida de estas personas. A día de hoy, al menos en los paises desarrollados, la esperanza de vida supera los 60 años. En cuanto al síndrome en sí mismo, no existe tratamiento alguno que haya demostrado ninguna eficacia, aunque hay expectativas a largo plazo. Por el momento, la intervención a edades tempranas a nivel educacional y orientada a la estimulación precoz del sistema nervioso central es lo que marcará en gran medida las diferencias en muchos aspectos. Es importante que la educación se inicie desde el nacimiento. La primera infancia será la que determine su posterior desarrollo e integración.
Las posibilidades de estos niños son muy variables, ya que su nivel intelectual puede oscilar entre deficiencias muy severas hasta un cociente cercano a la normalidad. Con la estimulación adecuada podrán adquirir, en general, las habilidades necesarias para una óptima integración familiar y social.
Los aspectos que requieren una especial atención y dedicación son la coordinación motora, la comunicación interpersonal, el lenguaje, la adquisición de hábitos que permitan su autonomía y su capacitación social, tratando de evitar aquellas conductas que sean inadecuadas, la preparación para el trabajo y el desarrollo de la personalidad.